Un plan para resucitar a los jóvenes
Por Eduardo Martín Ruano.
La resurrección es el hecho inesperado que Jesús nos tiene reservado para romper la dinámica a la que estamos acostumbrados, para mostrarnos que siempre hay otras formas de hacer las cosas, y que esas formas están protagonizadas por la justicia, por el amor, el servicio, el cuidado del otro… y son precisamente estas las que vencen ante cualquier poder que condene, explote, desprecie y olvide. Él no resucita y nos empieza a mostrar el camino, sino que muestra el camino con su vida, con los hechos de sus años “públicos”. La resurrección nos da la confianza de que lo importante ha sido su vida y que es su acción la que hay que prolongar, ahora con la nuestra.