“Dios nos llama a todos a la santidad, a vivir su vida, pero tiene un camino para cada uno”. (Papa Francisco, 2018)

Toda vida es vocación. La vocación es lo que me configura y me constituye como persona; es la clave más profunda de mi identidad. No podemos entender la vocación como un añadido a la propia vida. Es mi razón de existir. Cada persona es un misterio único de amor y de vocación.

"Sed siempre generosos con Dios y con los otros. No se pierde nada, y en cambio, es gran de la riqueza de vida que se recibe. Dios llama a opciones definitivas, tiene un proyecto para cada uno: descubrirlo, responder a la propia vocación, es caminar hacia la realización feliz de uno mismo”. (Papa Francisco, 2013).

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